El cuerpo es el primer medio de comunicación y expresión que el niño utiliza en relación con su medio. A través de las tensiones corporales va a manifestarse o expresarse: cuando está tranquilo su cuerpo adopta una postura distendida y relajada, cuando tiene hambre su cuerpo se agita y se tensa.
Este modo de expresión precede y prepara a otras formas de comunicación como son el
lenguaje oral, el gráfico... En función de la calidad de las primeras relaciones que el niño establezca a nivel corporal con su "madre" (entendida ésta como la persona que le atiende y cuida y con quien mantiene un vínculo afectivo estrecho), así se generalizará hacia otras personas de su entorno y esto será el motor que impulse y genere otras formas de comunicación. De manera que si la relación ha resultado satisfactoria y sus necesidades(expresadas por la vía de lo corporal) han obtenido respuestas positivas, el niño buscará y deseará comunicarse con otros. De lo contrario, un niño que no haya sido atendido o escuchado, prescindirá en mayor o menor medida de establecer comunicación con las personas de su entorno.
Por ser esta forma de expresión y comunicación (la corporal) la primera y más arcaica, poco o nada mediatizada por lo cultural, llevará a una comunicación muy profunda y muy auténtica ( en ocasiones, así es expresado por los adultos, cuando se llega a este nivel de comunicación a través del contacto corporal, el gesto, la mirada...).
En un primer momento el niño se va a relacionar a través de lo corporal; pero poco a poco irán apareciendo otras formas de expresión que le permitirán ir estableciendo una comunicación a distancia. Es entonces cuando aparece el lenguaje verbal, que se irá desarrollando e integrando como la forma de comunicación social por excelencia y que irá sustituyendo poco a poco al lenguaje corporal.
Sin embargo, en los primeros años ambos lenguajes serán utilizados por el niño y serán su forma característica de expresión. Será preciso, pues, en esta etapa infantil, trabajar conjunta y globalmente ambos aspectos expresivos (así como la plástica y el ritmo) ya que el momento evolutivo así lo requiere.
Expresión corporal
La expresión corporal es un lenguaje que se sirve del cuerpo como medio para
manifestarse. Supone la utilización del cuerpo, sus gestos, actitudes y movimientos con una intencionalidad comunicativa y representativa.
Como dice T. Motos "La expresión corporal podría ser la expresión del pensamiento a través del movimiento, con intencionalidad comunicativa. La expresióncomunicación
se realiza mediante el instrumento cuerpo con vistas a ofrecer un significado"
· A través del gesto y el movimiento, que constituyen la base de las posturas, se trata de mostrar lo más profundo y auténtico del ser humano: los sentimientos, las
sensaciones, emociones...
· La expresión puede ser intencional, sin embargo, en muchas ocasiones es
involuntaria. Puede entonces aparecer como contradicción a los mensajes verbales,
dado su carácter de autenticidad.
· El movimiento (expresado a través del cuerpo) debe ser significativo, es decir, ser la representación de algo: un acto, un pensamiento, un sentimiento, otra persona...
A través de la expresión corporal el niño va adquiriendo un conocimiento y control
de sí mismo. De esta manera va teniendo una imagen de sí que estará muy influenciada por las experiencias vividas y por el efecto que éstas tengan sobre el
entorno.
Por medio de actividades de expresión corporal, como son: el juego simbólico o la
dramatización, no solo van conociendo su cuerpo global y segmentariamente, y
adquiriendo un control y coordinación dinámica general, sino que también van a
conocer y aceptar sus características individuales (sexo, rasgos físicos...) y la de sus compañeros.
Los logros que va realizando el niño, en un principio totalmente ayudado por el
adulto, luego parcial-mente ayudado y al final relativamente autónomo, en la
realización de las actividades de expresión corporal, van a contribuir al desarrollo de los sentimientos positivos de sí mismo.
El juego simbólico y el juego dramático
Al finalizar el periodo sensoriomotriz el niño ya es capaz de manejar ciertas imágenes mentales que le permiten tener conciencia de un objeto, aunque no esté presente.
El gran avance que se produce en el desarrollo alrededor del segundo año de vida
del niño, es la aparición de la función simbólica o representativa: capacidad para
representar algo (un objeto, una acción, una situación...) por medio de un significante o símbolo (palabra, imagen...). Eso permite actuar sobre la realidad de
manera mediata y no directamente sobre ella.
Esta función simbólica se manifiesta a través de las imágenes mentales, el lenguaje, el dibujo y, en lo relativo a la acción corporal, por medio de la imitación diferida y el juego simbólico.
La imitación diferida supone una forma simple de juego simbólico. Al principio el niño realiza una imitación del modelo cuando este está presente, para pasar después a
reproducirlo sin su presencia.
El juego simbólico
Debe entenderse como una forma de expresión libre, que irá evolucionando desde
formas simples y muy ligadas a las necesidades del niño, a otras formas más elaboradas, con la participación de otros niños, reparto de papeles, asunción de reglas...
§ Aquí el niño reproduce o representa situaciones que ha visto, pero adaptadas a sus
necesidades y deseos. El instrumento básico para la realización de este juego será su
propio cuerpo.
§ Utiliza los objetos como si fueran otra cosa diferente a lo que son: así, un aro puede representar la casa o el volante de un coche, el palo puede conv ertirse en un
magnífico caballo o una hermosa espada...
§ Pero también él puede interpretar distintos personajes, como la madre, el padre, un
animal... A través del juego simbólico el niño explora y conoce las posibilidades de los objetos y de su propio cuerpo, a través de la acción. Esto le permite una mejor adaptación a la realidad, al tiempo que va conociendo y pone en juego las normas, valores y relaciones sociales.
· Al ser una actividad libre o espontánea, el niño expresa sus necesidades, miedos,
fantasías... Es entonces cuando el juego simbólico funciona como mecanismo de
regulación emocional, ya que en este juego el niño puede dominar sus miedos (se
transforma, pues, en un guerrero invencible, o juega risueño a que le persigue el
"lobo"...).
· Al ser el juego simbólico una actividad libre y espontánea del niño, no necesitará, en principio, de la intervención del adulto. No obstante, esta actividad deberá ser observada por el educador para ayudar al niño a canalizar sus descubrimientos, sus necesidades, sus conflictos, que expresa libremente. También el educador deberá disponer de unos recursos tales como los espacios, los materiales... que ayuden a la realización de estos juegos (diversidad de materiales, amplios espacios...)
Después de realizar estos juegos, es conveniente reflexionar con los niños sobre qué se ha hecho. A través de la verbalización el niño toma conciencia de los
descubrimientos en el plano intelectual y puede ir interiorizando la experiencia vivida de forma lúdica. Para ello se puede proponer, al final de la actividad, la realización de un corro para hablar de las cosas que se han hecho, o bien se puede hacer un dibujo sobre el juego realizado (siempre que el nivel de desarrollo de los niños lo permita).
El juego dramático
Entendemos por juego dramático el desarrollo de una secuencia de acciones que se
representa a través de la acción. En esta representación intervienen elementos tales
como los corporales, lingüísticos, plásticos...
En la etapa infantil se tenderá a abordar la dramatización de manera que se pongan en
juego, en mayor o menor medida y de manera globalizada, todos los recursos
expresivos del niño:
§ Gestuales. Verbales. Plásticos
§ Rítmico-musicales.
Podemos entender que la dramatización es un fenómeno de expresión complejo pero
a la vez muy enriquecedor, con el que el niño disfruta enormemente.
El juego dramático tendrá sus inicios en el juego simbólico realizado libre y
espontáneamente, sin necesidad de la intervención del adulto, para pasar
posteriormente a ser algo más elaborado, regido por unas reglas y con el consenso de
todos los que intervengan.
Elementos que constituyen la dramatización
Al realizar una dramatización es preciso tener en cuenta los diversos elementos que
intervienen:
§ Personajes: serán los responsables de actuar en la representación. Podrá haber un
protagonista, que es sobre quien recae el mayor peso de la representa-ción, y otros
personajes secundarios. Los niños elegirán el personaje que deseen realizar, tratando
de analizarlo, caracterizarlo...
§ Conflicto: surgirá de la relación que se dé entre los personajes. El conflicto se
compone de tres fases: planteamiento, nudo y desenlace. El planteamiento implica
la presentación de las partes que intervienen en el hecho. El nudo es el mismo hecho
que se desarrollo. El desenlace consiste en la solución y final de la trama.
§ Espacio: es el lugar o lugares en los que se desarrolla la acción. Es preciso crear y recrear los distintos espacios en los que se va a dramatizar.
§ Tiempo: habrá que tener en cuenta cuánto tiempo dura la historia, en qué época discurre, cuánto durará la dramatización...
§ Argumento o tema: es lo que se va a contar en la historia.
Recursos expresivos de la dramatización
§ Gestual o corporal: basado en la espontaneidad de movimientos del niño, a través
de los cuáles se adquiere la conciencia del propio cuerpo, aunque también se
ponen de manifiesto aspectos inconscientes y que escapan al control y conciencia
del niño. En la medida de sus posibilidades, éste irá incorporando a su repertorio
técnicas simples de representación a través de posturas y actitudes, de alguna
manera codificadas o convencionales.
§ Lingüístico: basada en el lenguaje verbal a través de las palabras, tonalidad
empleada, modulación de la voz, que propiciarán un desarrollo del lenguaje en sus
aspectos fonológico, semántico y morfosintáctico.
§ Plástico: supone un recurso expresivo muy importante. Pueden formar parte del
propio cuerpo, tal es el caso del vestuario o maquillaje, o pueden encontrarse fuera
de aquél, como los decorados, luces... Se procurará que sea el propio niño quien
elabore estos elementos, lo que facilitará el desarrollo estético y creativo.
§ Rítmico-musical: la incorporación de sonidos rítmicos realizados con el propio cuerpo (palmas, canto...), la utilización de instrumentos musicales sencillos y la introducción de algunas piezas musicales de la discografía, pueden aportar gran fuerza expresiva a la dramatización.
El desarrollo de la dramatización
A la hora de poner en marcha una dramatización, conviene seguir unas pautas para
que la actividad resulte provechosa y gratificante para todos.
§ En primer lugar, habrá que tener en cuenta las características de los niños a quienes va dirigida, su nivel de atención, desarrollo del lenguaje, dominio o control corporal, grado de socialización... Se seleccionará un texto adecuado a la edad e interesante para los niños.
§ Antes de pasar a dramatizar la historia se hablará con los niños sobre el argumento, los personajes... Los niños elegirán el personaje que quieran representar. Se determinará la ubicación del espacio o los espacios.
§ Se buscarán los recursos expresivos, tanto verbales, como plásticos (vestimenta,
decorado, objetos precisos..) y musicales.
§ Para concluir, el educador deberá intervenir a modo de planificador, organizador y
conductor en los momentos que sea preciso.
Los objetivos que se pretenden conseguir a través del juego dramático
§ Lograr que el niño conozca su cuerpo y logre movilizar las diferentes partes.
§ Fomentar la observación en el niño.
§ Desarrollar la imaginación del niño.
§ Favorecer la expresión de ideas.
§ Disfrutar con la representación.
§ Procurar liberar tensiones y resolución de conflictos.
§ Desarrollar el espíritu de cooperación.
§ Lograr que el niño se integre en el grupo, promoviendo las relaciones y la
comunicación entre los miembros del grupo.
Las actividades dramáticas
Dentro de las actividades dramáticas nos encontramos, además de lo visto anteriormente, con:
§ Pantomima
§ Máscaras y maquillaje
§ Teatro de títeres y marionetas
§ Teatro de sombras.
Estas actividades, en ocasiones, por su complejidad, no pueden ser realizadas
directamente por los niños.
Pueden servir como recurso educativo al educador, ya que resultan atractivos y de
reconocido interés por los niños.
La pantomima
Es un modo de expresión que utiliza únicamente, como vehículo, el gesto corporal. A
través del cuerpo, el mimo manifiesta sus emociones, sentimientos, ideas..., sin servirse de la palabra. Es necesario el conocimiento de las técnicas de expresión corporal para poder realizar una pantomima (ver el epígrafe correspondiente a gesto y movimiento).
El cuerpo ha de vivirse como globalidad y los ojos tienen una enorme fuerza expresiva. No suele ser una actividad propia para niños
La máscara y el maquillaje
La máscara, elemento usado desde las representaciones teatrales en la antigua
Grecia, tiene un gran valor expresivo. Puede ayudar a desinhibirse a aquellos niños que resulten más tímidos y no se atrevan a representar. Permite interpretar una gran
variedad de personajes, especialmente algunos difíciles de caracterizar. Las máscaras
pueden ser realizadas por los niños con material simple, como papel, cartulina, bolsas de papel...
El maquillaje tiene una función muy similar a la de la máscara, y el color utilizado
puede acentuar las características y proporcionar mayor fuerza expresiva a los
personajes. Así, parece ser que la soberbia se representa de amarillo, la simpleza de
colorado suave, la avaricia de cetrino, la prudencia en blanco rosado...
El teatro de títeres y marionetas
Estas actividades dramáticas tienen su origen en los juegos simbólicos con muñecos y
otros personajes. Es una técnica que utiliza un muñeco como medio de representación.
El lugar donde se va a desarrollar la historia se llama guiñol.
§ La marioneta es un muñeco movido por hilos. Su uso es complejo ya que implica una
gran capacidad de coordinación de movimientos para la persona que lo maneja y
puede resultar complicado para los niños.
§ El títere es un muñeco que se mueve directamente por medio de las manos. Éste es
más apropiado para los niños pequeños, por la simplicidad en su uso.
Los títeres pueden ser: de guante de dedos de eje...
· En su confección se pueden utilizar materiales diversos y, muy especialmente, de
desecho (restos de telas, vasos de yogures...)
· Tanto en las marionetas como en los títeres, es necesario aprender a moverlos
adecuadamente (se moverán mientras hablan), pero también es preciso dar un
énfasis a los aspectos verbales (la voz se modifica y mantiene a lo largo de toda la
trama...). Sus ventajas son enormes, aunque se recomienda no hacer una utilización
abusiva.
· La historia que se represente debe ser muy sencilla y con pocos elementos. Se puede
partir de un cuento o una historia conocida (en especial, los cuentos populares son
de gran interés).
· El escenario puede ser simplemente un guiñol o se puede elaborar decorándolo los
propios niños.
· La música puede ser un elemento que aporte mayor riqueza expresiva a la historia.
Teatro de sombras
Consiste en la manipulación de siluetas de objetos puestos detrás de una pantalla y
sobre los que se proyecta un foco de luz. Por tanto, encontramos tres elementos: el
foco de luz, la silueta y la pantalla.
§ El foco de luz se puede conseguir con un proyector o lámpara orientada hacia una
pantalla, que será donde se proyecte la figura que interese.
§ La silueta la puede formar.
ü El propio cuerpo del niño, que adopta posiciones estáticas o en movimiento.
ü Un muñeco, al cual se le adapta un mango para poder manipularlo.
ü Objetos del entorno.
ü Objetos de cartón.
ü Objetos de alambre.
ü Objetos de papel de celofán.
ü Las manos (sombras chinescas). Es muy importante que el objeto se sitúe muy
cerca de la pantalla para que se observe la silueta con nitidez.
§ La pantalla, será de un tamaño adecuado al objeto.
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